jueves, 2 de octubre de 2014

¿LA TIA PITUCA?

Escribe: Rubén Méndez Reátegui

Por un tema de "enfoque" si tuviese que votar por alguien para las distritales pensaría en una candidata mujer como Madeleine Osterling. Me parece excelente que hayan candidatos capaces de mostrar mentalidad abierta y que proporcionen señales para adelantar como se manejaría el distrito. Es cierto que la verdades duelen y en un país mojigato y muchas veces hipócrita como el nuestro, decir lo que uno piensa genera rechazo y hasta conlleva al ostracismo social y político. Por el contrario, defiendo que decir lo que uno piensa debería ser una señal que genere optimismo en cuanto a una “renovación” de la clase política y al progreso de la sociedad peruana en su conjunto. Tenemos que dejar de asumir las clásicas posturas asolapadas y estúpidas donde condenamos y repudiamos lo que no concuerda con una idea superficial de inclusión social y pluralidad, es decir, a quien no se muestra con la venda en los ojos.

A esta candidata se le ataca por decir que propone construir un gran parque sobre la Via Expresa (en un área dentro de la jurisdicción de su distrito), “vender” el Alfonso Ugarte, etc. En realidad el fondo de las ideas es por el contrario una señal de desear un cambio basado en una tendencia global. Esta tendencia aspira a que la ciudades se traduzcan en entornos con crecimiento orgánico y desarrollo urbanístico. Por lo tanto, se aspira a pasar de un modelo burocrático a otro con financiamiento sostenible, aprovechando el potencial financiero de recursos inmobiliarios y enterrando para siempre parámetros pseudo moralistas.

Es cierto que el Alfonso Ugarte tiene mas de 1800 alumnos, pero también lo es, que en este caso en particular nos encontramos frente a un proyecto que permitiría la transferencia de administración al sector privado y aprovechar un terreno para fines que tampoco contravendrían  la ley. No estoy afirmando que lo económico debe sopesar lo social pero tampoco soy partidario de descartar propuestas por razones idiosincráticas.

En este mismo sentido, me arriesgaría a decir que si tuviese que elegir a alguien para el Congreso, mi primer filtro seria también la calidad de ideas y la viabilidad de propuestas para una gobernanza responsable. La transparencia entre lo que se dice y se hace debe en todo momento primar. Basta ya de seguir actuando bajo el mandato de desfasados constreñimientos culturales. Considero que es necesario llamar la atención de aquellos que pese a ostentar una excelente formación académico-profesional se dejan guiar por motivos banales como el que una persona sea considerada como perteneciente a la “derecha” o peor aún por el simple motivo de tener un origen “pituco”.

¿Qué nos sucede? ¿Acaso no hemos todavía evolucionado? Señores, incluso desde un ideario de izquierda rancia, partir de argumentos clasistas sólo conlleva a un mayor fragmentación y división de nuestra endeble sociedad. Debemos abrir los ojos y darnos cuenta que generar cohesión social es esencial para el establecimiento de instituciones sólidas y que nuestra debilidad histórica ha sido el mantenernos divididos al estilo de la Francia feudal.

¿Cuándo dejaremos de ser "resentidos" con nosotros mismos? ¿Cuándo pasaremos de la "ignorancia genuina" a informarnos y creernos capaces de generar un cambio? En el Perú queda mucho por hacer y las decisiones a tomar nunca serán fáciles. Si nuestro ideario apunta a constituirnos por fin en una nación y un país desarrollado, debemos comenzar a pensar de ese modo y abandonar las conductas alienadas y los complejos de inferioridad con los que vivimos cada día en un entorno todavía complejo y dominado por la falta de confianza en nosotros mismos y la escases de ideas  para despegar como tejido social. (Altavoz.pe)

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