sábado, 4 de agosto de 2012

ASALTANTES ACRIBILLAN A POLICÍA JOAQUÍN CASTILLO

Pudo haber dejado solo al bodeguero del barrio, pero fue mayor su deber de policía por 28 años de servir a la ciudadanía y lo asesinaron sin piedad en la propia urbanización Vipol, donde la mayoría de pobladores son de la antigua Guardia Civil.
Para consumar el robo de dos mil 500 soles de la tienda de abarrotes ‘Mi madre’, tres delincuentes armados acribillaron de cuatro balazos a un valeroso agente policial en el jirón Urano Mz. B, Lote 20 de Vipol, en Los Olivos.
Era las 9 y 30 de la noche del viernes, cuando el subbrigadier PNP Glorio Joaquín Castillo Espinoza (54), quien laboraba en Unidad de Servicios Especiales (USE), se dirigió a la bodega, ubicada a dos cuadras de su domicilio, para comprar víveres.
En el lugar vio a un sujeto encañonando al dueño de la tienda, José Wilmer Antonitas, y sin pensarlo dos veces sacó su arma de fuego.
Atacado a traición. El efectivo, quien tenía 28 años de servicio, intentó persuadir al delincuente diciéndole que se retirara del lugar, sin imaginar que uno de los cómplices del hampón, quien actuaba de campana, estaba detrás de él.
Este asaltante, con total sangre fría y sin piedad, disparó contra el agente policial tres balazos en la espalda y uno en el cuello.
Con el dinero en su poder, los delincuentes subieron a un automóvil de color blanco y huyeron con dirección a la avenida Marañón.
Vecino fundador. Aún con signos de vida, el efectivo, quien era fundador y delegado de la mencionada urbanización, fue trasladado al Hospital de Los Olivos, donde nada pudieron hacer para salvarle la vida.
Se supo que la víctima deja viuda y dos hijos menores de edad. Violeta Galindo Vergaray, amiga de la familia del difunto, lo recordó como un buen hombre, padre y vecino, que siempre ayudaba a los demás.

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